Troll (Richard Band) (1986)

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Los 80 fueron una cantera inclasificable de la serie B (o Z) para el género del terror y el fantástico, donde destacó la gamberra Troma, con su saga de Toxic Avenger como bandera de la distribuidora, y Empire Productions, cuyo producto más exitoso fue Re-Animator.

Dentro de la Empire Productions, algunos nombres fueron tomando especial relevancia, para lo bueno y para lo malo, en este mundillo del terror. Gente como Brian Yuzna, Stuart Gordon, Albert Band y, sobre todo, y para mí, por encima de todo, el genial, el versátil y magnífico Richard Band, cuyas partituras, especialmente en las que desplegó un espectacular sinfonismo durante los años 80, supusieron auténticas maravillas denostadas, en muchos casos, por el lamentable material visual al que acompañaban.

Richard Band, the Man

Para mí, un maldito que no ha tenido suerte (y no fue el único), y que, a través de su lenguaje musical, ha logrado dar forma a las pesadillas y terrores tanto infantiles (Troll) como adultos (Re-Animator, From Beyond), pidiendo a gritos con su música una mejor consideración de la que actualmente goza, y cuyos fans (entre los que me incluyo) llevamos tiempo reclamando.

Para conocer mejor a éste genio del terror, te remito a ésta breve reseña biográfica del compositor, con un pequeño recorrido por toda su obra, extensa y para todos los gustos, cortesía de Marcus Rip.

También podéis disfrutar de la reseña de Laserblast, uno de los primeros trabajos de Richard Band, mano a mano con Joel Goldsmith (Band también colaboraría con Shirley Walker en Ghoulies), a cargo de nuestro compañero Heriberto Navarro.

Para el que escribe, Richard Band es el Jerry Goldsmith de la serie B, el mejor compositor de terror para películas inclasificables e inimaginables en su mayor parte.

Ghoulies, Troll, Mutant, Re-animator, From Beyond, House On Sorority Row, The Alchemist, Zone Troopers, The Resurrected, The Pit and the Pendulum, Terrorvision,... películas difíciles de ver en cualquier top ten de cierta calidad que se precie (a excepción de la gore y simpática Re-Animator), pero cuyas partituras fácilmente podrían engrosar una vasta lista de los mejores trabajos de terror de la historia.


No puedo decir otra cosa más que lo siguiente: si aún no le has dado ni tan siquiera una pequeña oportunidad a este pequeño guerrero de las bandas sonoras, un auténtico genio de la serie B, deberías replantearte la posibilidad de escucharte House on Sorority Row (para el que escribe, quizás su mejor trabajo, lleno de fuerza, belleza, tensión y ambientes enfermizos), Mutant (dura pero magistral creación de terror, con momentos muy Band y toques Goldsmith realmente geniales) o la magistral Troll, un terrorífico e insano viaje musical, cortesía de Band, con un sensacional contraste entre el sonido de los cuentos de hadas y los ambientes insanos y siniestros.

Torok El Troll... Haciendo Amigos

Albert Band produce (cameo incluido) y John Carl Buechler dirige y escribe esta historia, donde una familia encabezada por Michael Moriarty, actor fetiche de la serie B (Return to Salem's Lot, The Stuff, It's Alive III, la miniserie Holocaust), que interpreta a Harry Potter (nada que ver con el famoso mago), se muda a un apartamento en la ciudad.

Nada más llegar, la hija baja al sótano del edificio, donde es raptada por un Troll, quien la suplantará para horror de su familia, quienes no acaban de entender muy bien qué diablos le pasa a su hija (será el cambio de vida del campo a la ciudad...).

Torok, así se llama nuestro amigo el Troll, irá puerta a puerta, en plan comercial agresivo, convirtiendo a los vecinos en camadas de trolls, utilizando los cuerpos de los seres humanos como nichos para ir invadiendo nuestra dimensión con toda una gama de auténticos engendros.

Mientras, Harry Potter Jr (Noah Hathaway, el niño de Galáctica, la serie clásica) sospecha que su hermana no es su hermana. Casualmente conocerá en el edificio a una anciana, una "bruja buena", encargada de evitar que Torok and company invadan el mundo de los humanos. Cuando la bruja rejuvenece para el conflicto final, descubrimos a la actriz Anne Lockhart, también de Galáctica, la serie original.

Finalmente, el edificio se convertirá en un estercolero de bichos, lleno de frondosos bosques y peligros en cada esquina, donde se librará una batalla entre el bien y el mal.

Phil Fondacaro, a quien hemos podido ver recientemente en Land of the Dead de Romero, amén de otras películas del género como Bordello of Blood (largo de Tales from the Crypt) o Willow, interpreta doblemente a Torok y al enano que convive en la comunidad del edificio, mientras que entre los inquilinos encontramos a la actriz televisiva de Senfield, Julia Louis Dreyfuss, y al ex de Cher, Sony Bono.

La película es malilla, un bodriete respetable (las he visto peores, sinceramente), tiene algún que otro golpe simpático, situaciones hilarantes, bastantes incoherencias (lo que suelo llamar "barra libre"), y constituye una de las razones por las que la Empire no levantó la cabeza después del éxito de Re-Animator, por no cuidar más sus productos, dotándolos de más chicha y menos estupideces. No obstante, es entretenida, aunque de mala no sube.

Cabe mencionar, increíblemente, que actualmente se encuentra en Post-Producción un Remake de Troll... lo que hay que ver. Y que además, Torok the Troll, conoció secuela, Troll 2 (1990)... ¡agárrate los machos!.

Música Maestro - Universo Band

Troll es una pieza más del Universo Band, con ese sonido tan sugestivo, tan siniestro y a la vez tan angelical, contraste del bien y del mal, una constante dicotomía en las pesadillas musicales del Maestro Band, que con su música logra transmitir mucho más que las imágenes a las que suele acompañar su obra.

Troll es, para quien escribe, una de sus mejores y más conseguidas obras. Y tiene esa impronta propia de los trabajos de Band, ésa que aquéllos que hemos escuchado su vasta obra, incluso sus trabajos más alimenticios como The Arrival o Doctor Mordrid, reconozcamos en un abrir y cerrar de ojos.

Su música de acción suele tener un sonido cargado de cuerdas, con una especie de melodía circular, vertiginosa y a ratos frenética, muy herrmaniano, mientras que en la tensión, se vale de las cuerdas y toda clase de efectos y recursos musicales para crear un aire tenso e insano, propio de una pesadilla.

Todas las partituras Band tienen esa impronta y sello propias del compositor; ese perfecto y exquisito sentido para el lirismo (impresionante Main Title para House on Sorority Row) que contrasta con esa música diabólica (Troll, Demonic Toys) o terrorífica (Mutant, From Beyond) con la que envuelve a las películas. Es un contraste continuo, pero de exquisita calidad. El uso de las cuerdas es magistral, mientras que los ambientes opresivos e insanos, llenos de tensión y misterio, me traen por momentos a la memoria al maestro Goldsmith.

Troll - Un perverso cuento de Hadas Musical

Intrada rescata la música de Band, la cual solo existía por medio de un LP de la época ilocalizable, sin edición musical en compact. Bajo sus Signature Edition, Fake y compañía nos regala este fascinante trabajo de Richard Band limitado a 1.000 copias, que recomiendo adquirir encarecidamente sin reservas antes de que se agote, especialmente si eres amante de Richard Band y de las bandas sonoras de terror.

La estructura del CD son cinco temas, cuatro de ellos suites. Todos son llamados "Cantos", y no es fortuito o aleatorio; en todos los cortes encontramos cánticos que Band introduce para reflejar la diabólica presencia del Troll y sus amigüitos.

El único corte que aparece tal cual en la película en longitud y de forma continua es el tercero, "Cantos Profanae", pieza cantada con palabras en inglés, italiano y latín, que en la película es ligeramente diferente. En el folleto de Intrada, Band revela el proceso de gestación de estos "Cantos Profanae".

Los cánticos de esta pieza, en la película, son reemplazados por los trolls que se encuentran en las habitaciones del edificio. Donde en el corte editado encontramos coros masculinos para reflejar el mal y la villanía de los trolls, en la película son los propios monstruos quienes canturrean la canción del troll (Tempus, Herberweh, Runaway...). Es una lucha entre el bien y el mal, que Band refleja contraponiendo los coros masculinos (cánticos Trolls) contra los coros femeninos (con sección infantil incluida) que reflejan la inocencia y la bondad de la bruja que defiende nuestra dimensión de tamaña amenaza. Por supuesto, finalmente se imponen los cánticos masculinos, momento en el que la bruja hace sonar un cuerno que, por el momento, logra calmar a las bestias y da por cerrada, temporalmente, la amenaza troll.

Sin embargo, la pieza editada en el compact sí aparece en todo su esplendor a modo de End Credits una vez finalizada la película, tal como fue concebida.

El "Canto I" recoge la música para la llegada de los Potter al edificio y el secuestro de la niña. Abre el corte de manera siniestra, con coros masculinos, a veces susurrando, otras cantando, conformando el leitmotiv del Troll, al que acompañan unas cuerdas, que trazan una marcha bufona e inquietante. Este corte aparecerá a lo largo de la partitura, conforme Torok va invadiendo el edificio, conformando la marcha del Troll (un corte juguetón, pero inquietante, con tintes diabólicos).

Además, Band nos presenta un bello tema, propio de un cuento de hadas, tras esta siniestra overtura. Una bella melodía, en la línea de otros grandes temas de igual belleza, como el tema de House On Sorority Row o The Alchemist.

Una prueba más del lirismo y sinfonismo que atesora la batuta de Richard Band. Piano, arpa, campanillas y cuerdas conformen una melodía de ensueño, mientras en pantalla observamos un libro de cuentos abriéndose y enseñándonos bellas ilustraciones.

Cerca del minuto tres, Band construye un pasaje de carácter ambiental, donde asoma el leitmotiv del Troll y el de los cuentos de hadas, como una especie de juego del gato y el ratón, para el momento en que la chica es raptada y suplantada por Torok.

Posteriormente, tiene lugar el primer ataque a la vecindad, al impresentable del vecino interpretado por Sony Bono. Band va intensificando el corte con las cuerdas, con la marcha del Troll, mezclado con ese aire de inocencia de los cuentos para niños. Pero el corte irá perdiendo esa supuesta inocencia para ir forjando un corte más siniestro y amenazador, combinando ambos leitmotivs (reflejo del carácter del Troll, y la inocencia de la niña de los Potter a la que está suplantando), desembocando en un pasaje de acción intenso, marca de la casa..

El corte dos son cantos destinados a las siguientes incursiones de Torok en el edificio. Seguimos teniendo la dicotomía entre el bien, conformado por esos pasajes líricos de auténtico ensueño (a veces me traen a la memoria algo del Legend del Maestro Goldsmith, en especial el "Canto IV"), y el mal, reflejado por los cánticos diabólicos y las cuerdas. El corte de acción que encontramos aquí me trae a la memoria otro trabajo suyo, Mutant, por cómo trabaja las cuerdas y ese sonido circular y agobiante de su música, imprimiendo un motif de urgencia y peligro, con las campanas añadiendo tensión.

Los "Cantos IV" es el génesis del final. El tiempo (Tempus en la canción Cantos Profanae) se agota, y Torok está invadiendo el edificio. Harry Potter Jr se junta con la anciana para combatir al Troll y su séquito. Band así nos lo hace saber, con el leitmotiv de Torok en el comienzo del corte a base de cuerdas. Band va construyendo un tema de gran intensidad, construyendo un ritmo de urgencia.

Posteriormente, recupera ese sonido lírico y casi angelical propio de los cuentos (una escena que me recuerda por imágenes y por música a Legend), que desemboca en una bella pieza melancólica en el minuto cuatro y medio, donde Band se luce sobremanera para mostrarnos como Torok convierte en troll a uno de los habitantes del edificio, un enano moribundo al que no le queda mucho tiempo de vida a consecuencia de una enfermedad mortal. Las cuerdas y el cello construyen una pieza exquisita, y sin lugar a dudas, de lo mejor que ha compuesto Band.

A continuación, regresa ese sonido ambiental y siniestro propio de muchos de los trabajos de Band (From Beyond, Mutant), con cánticos susurrando cual brisa de viento, y las cuerdas marcando el tema de Troll.

El clímax, la batalla final, la encontramos en los "Cantos V". Band hace una apertura vibrante, previa al clímax, donde con baterías y cuerdas va construyendo un corte de tensión previo a la resolución. Harry Potter Jr se adentra en el mundo de Torok en busca de su hermana, capturada y confinada en lo más profundo del bosque.

Al segundo minuto, Band se desata, y nos ofrece tambores a modo de previa al combate, con trompetas y cuerdas marcando el inicio del conflicto. Encontramos algún amago de fanfarria, sintetizadores aderezando el conjunto y el sello de Band a lo largo de todo el corte.

Tras encontrar a su hermana, un enorme troll, uno de los secuaces de Torok, aparece en escena. Aquí Band nos brinda un excitante y vibrante pasaje de acción, con cánticos, tambores y cuerdas que nos conduce a un vibrante y enérgico corte.

Finalmente, Harry y su hermana consiguen escapar de las garras de la criatura (paradójicamente gracias a Torok), regresando con sus padres, para abandonar finalmente el edificio, mientras llega la policía para investigar lo que ha sucedido.

Como resolución final, Band nos ofrece el tema principal del cuento de hadas de forma exquisita, un gran despliegue sinfónico de gran lirismo, muy en línea del compositor, especialmente House on Sorority Row o los títulos finales de Mutant.

El Tiempo Pondrá a Cada Uno en su Sitio

Tan cierto como que mañana estaremos un día más cercanos a nuestra muerte, el tiempo juzgará, y se encargará de dar o quitar según convenga. Quizás quien ahora esté endiosado, tiempo después baje a los infiernos, o quien ahora esté denostado suba a las puertas del cielo.

Band es un compositor en parte desconocido, en parte denostado, quizás por tener la mala suerte de trabajar para quien trabajó (o quizás no...). Actualmente trabaja en televisión, habiendo dejando su huella en series como Stargate, Buffy o Walter Texas Rangers. Pero para quienes amamos la música de este compositor, siempre le recordaremos por sus trabajos más queridos, aquellos cuyas imágenes no merecían tan exquisito tratamiento musical.

Lo mejor: Ese lirismo que desborda, esa magia que desprende la partitura, ese sonido de cuentos de hadas, el tema de Torok, los cánticos... todo. Un alarde de recursos sinfónicos propios de un genio.

Lo peor: Las imágenes a las que acompañan pueden tirar a más de uno para atrás.

El momento: "Cantos Profanae” y el climático “Cantos V”.

Rubén Franco Menéndez (Patton Goldsmith)